Si el enfermo está en
buenas condiciones, la enfermedad cede entre 3-5 dias. Puede quedar como
portador con variable frecuencia, pero no en forma permanente.
Los casos de mortalidad
están relacionados con desequilibrio electrolítico y deshidratación por las diarreas frecuentes.
El tratamiento específico
se hace con ciprofloxacina, sulfa-TMP, ampicilina, ácido nalidíxico.
La permanencia de Shigella
en los portadores convalecientes es de 3-5 semanas y, luego de haber
desaparecido los síntomas de la enfermedad, incluso puede llegar a 5-6 meses.
En este paper aparece la resistencia que ha desarrollado Shigella a la terapia antimicrobiana debido a que se ha generalizado el uso de antibioticos justificando su uso solo por el hecho de la presencia de fiebre, “apariencia tóxica del niño”, exámenes de laboratorio incongruentes y la presión de los padres para acortar el período de enfermedad.
ResponderEliminarLas invito a leer este articulo:
http://www.scielo.org.bo/scielo.php?pid=S1024-06752007000100014&script=sci_arttext
Hola valeria, leí tu paper y está super bueno.
ResponderEliminarEn realidad tiene mucha razón, ya que por lo general se diagnostica la presencia de la bacteria basándose en los signos y síntomas del paciente, pero no todos los centros médicos tienen los recursos para hacer pruebas bioquímicas específicas para Shigella, pues eso conlleva un mayor costo, por lo tanto, cabe la posibilidad que se diagnostique erróneamente.
Como se señalaba en un cuadro del texto se emplean antibióticos de amplio espectro, es decir, que abarquen una serie de bacterias y en entre ellas, la que se desea destruir. Lamentablemente con el uso de esas terapias es como Shigella logró su resistencia y los antibióticos usados actualmente como Ciprofloxacina se emplean cuando hay presencia de disentería, que no necesariamente se puede ser provocado por Shigella, lo cual podría generar en el futuro una resistencia también a este antibiótico.